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El MoraBanc Andorra suma la cuarta victoria de la temporada, la tercera en casa, tras superar a un Coviran Granada muy rocoso y duro de pelar.
El inicio del enfrentamiento lo ha dominado Artem Pustovyi en la pintura, donde él se ha hecho grande y sus compañeros lo han ido encontrando una y otra vez. Hasta los 10 puntos se enfilaba el ucraniano, pero en el otro lado el Coviran Granada encontraba situaciones muy fáciles para sumar bajo el aro (minuto 7, 12-13). Las 5 perdidas de los andorranos, en muy pocos minutos, daban alas a los andaluces, que iban una vez detrás de otra a la línea del tiro libre (13 libres). Las primeras rotaciones daban oxígeno al MoraBanc, y Kyle Kuric se encargaba de cerrar el primer periodo con el igualado 22-22. El buen momento de Kuric se alargaba y cogía el relevo de Pustovyi (11 puntos por el norteamericano), pero el Coviran nos superaba en energía e intensidad en muchas situaciones (minuto 15, 31-30). El tramo final antes de ir de camino a los vestuarios era, sin duda, los peores momentos del enfrentamiento para los nuestros. Al descanso, 42-47 y, en este momento, con el rebote como gran asignatura a mejorar (8 rebotes ofensivos en contra).
En la reanudación se ha visto a otro MoraBanc Andorra. Con las ideas claras y la convicción de saber qué piezas tocar para cambiar el sentido del marcador y, también, las sensaciones. Todo desde la defensa y con un Shannon Evans II que ha sido el primero en dar el paso adelante, y qué paso adelante… El base tricolor ha roto y cambiado la dinámica del partido con un recital ofensivo, y así hasta darle la vuelta al resultado y transformar la angustia del aficionado en estallido de alegría (minuto 26, 62-55). Habíamos recuperado la alegría, pero el rival finalizaba mejor el periodo y marchábamos al cuarto decisivo con el 68-65. El arranque no podía ser mejor, parcial de 5-0 y puñetazo encima la mesa (minuto 31, 73-65). Pasaban los minutos y el partido cada vez parecía más sentenciado a nuestro favor, incluso con ración de “show time” obra de la conexión Evans-Pons (minuto 35, 78-69). La arena del reloj iba cayendo y íbamos rompiendo las máximas ventajas a nuestro favor, pero los de Díaz se han encargado de dejar claro que esto no había terminado. Nos quedábamos clavados en 83 puntos, y el Granada nos endosaba un parcial de 0-8 que volvía a encender las alarmas (minuto 38, 83-79). Nervios a flor de piel y moneda al aire, Rousselle y luego Shannon de nuevo (27 puntos hoy). Y, de repente, la descalificación del entrenador visitante, mostrándose muy en desacuerdo con lo que señalaban los árbitros. A pesar de perdonar desde el tiro libre, se ha acabado ganando, por 86-81, un partido importantísimo.
El próximo partido será el domingo 21 de diciembre a las 18:00 horas en el Pabellón Príncipe Felipe ante el Casademont Zaragoza, undécima jornada de la Liga Endesa.
