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El equipo competirá contra algunas de las mejores canteras con el impulso previo de Bassas, Guerrero y Plaza.
El infantil MoraBanc Andorra Undercoverlab partirá este jueves hacia Valencia, donde vivirá tres días intensos en el marco de la fase previa de la Minicopa Endesa, que se disputará del 28 al 30 de noviembre en la Fonteta y en L’Alqueria del Basket. El equipo llega al torneo con la emoción a flor de piel y la sensación compartida de que lo que tienen por delante es mucho más que tres partidos: es una oportunidad que marca trayectorias.
Los tricolores conocieron hace unos días su calendario, con un debut este viernes ante el Cajasiete Fundación CB Canarias y un sábado con doble enfrentamiento contra Unicaja y Bilbao Basket. El domingo, según la clasificación, se decidirán las dos últimas plazas para la fase final de febrero, justo antes de la entrega de medallas y el regreso a casa.
Antes de emprender el viaje, el equipo vivió un momento especial en el vestuario del primer equipo del Pabellón Toni Martí, donde les esperaban Ferran Bassas y Rubén Guerrero, con el entrenador Joan Plaza acompañando el encuentro. Bassas, que disputó la Minicopa hace casi veinte años con el Joventut Badalona, les confesó que estas experiencias suceden una sola vez y que vale la pena vivirlas con los ojos muy abiertos.
La conversación con los jugadores y el entrenador ACB dejó al equipo con una energía distinta, más afinada ante el reto que les espera. Enzo Verissimo, una de las voces del vestuario, lo expresó así: “Todo el equipo está muy nervioso, la verdad, pero también muy ilusionado. Poder jugar contra los mejores jugadores de España es una pasada. Nos ha tocado un grupo muy fuerte, pero es precisamente eso lo que hace especial esta experiencia”. Para él, lo que queda es sobre todo orgullo: “Lo más importante es salir con la cabeza bien alta y poder decir que hemos competido contra jugadores que quizá dentro de unos años estarán jugando en ACB o incluso aquí, en la Bombonera”.
El entrenador, Eric Martí, compartió una visión igualmente clara y emotiva. Según él, “es una oportunidad única; cualquier jugador de su edad daría muchísimo por estar en la Minicopa”. El técnico subrayó la dimensión formativa del reto: “Nos ha tocado un grupo exigente, pero eso es oro puro. Es como un pequeño Campeonato de España. Veremos cómo trabajan otros clubes, cómo juegan jugadores que quizá dentro de unos años serán profesionales”. Martí, que en su etapa como jugador no pudo vivir una experiencia similar, añadió que pisar L’Alqueria “ya es aprender”: “Lo que no es negociable es la intensidad y la imagen que demos. Ganar o perder vendrá después”.
El infantil MoraBanc Andorra Undercoverlab afronta este fin de semana con una mezcla deliciosa de expectación, respeto y ambición. Saben que, más allá del marcador, hay vivencias que solo pasan una vez y que pesan mucho más que un resultado. Y, en algún punto del camino, seguramente volverán a recordar esa frase de Enzo que hoy resume todo lo que están viviendo: “Imaginar que dentro de unos años reconoceremos a algún rival y podremos decir: ‘Yo con este compartí pista’, eso… eso es brutal.”
