El entrenador del MoraBanc Andorra Joan Plaza atiende en nuestros micrófonos para hablar del balance de la última temporada y de la actualidad y futuro del equipo y el club.
Su adaptación al país
“Al comienzo siempre es difícil porque tienes que optimizar y justificar porque te han fichado y te concentras las 24 horas en ser capaz de conseguir el primer reto, el cual lógicamente era salvarnos. Como lugar tengo la curiosidad de descubrir muchos rincones. Hay un vínculo muy fuerte que es la lengua. Esta capacidad de ir descubriendo el país, el entorno y los lugares donde no vayan ni los turistas es algo que tengo por hacer.”
Lo más complicado de haber aceptado el reto
“Cuando se llega a mediados de temporada lo que se procura hacer es no entrar como pulpo en un garaje. Intentas ir con cuidado, ir conociendo a la gente, el rol de todos, al público, lo que esperan de ti… Irte acomodando e ir haciendo cambios, sobre todo invisibles y no traumáticos. El objetivo siempre es sacar lo mejor del material humano, de cuyas herramientas disponemos. Y eso pasa porque todo el mundo sea consciente de ser feliz, y para que suceda tienes que intentar sacar lo mejor de ellos. Siempre he sido de tener un pensamiento más cooperativo, en vez de ser un equipo que dependa de sólo uno o dos jugadores, o de las genialidades. Eso es un poco lo que hemos ido haciendo de una manera casi invisible, que es de lo que me he preocupado. En líneas generales, ningún jugador ha bajado su rendimiento y ha ido mejorando en aspectos no tan visuales como los puntos. Todo el mundo se ha sentido más partícipe del equipo y de la salvación.”
Viniste a liarla y lo hiciste. ¿Qué podemos esperar de la nueva temporada?
“Cuando dije la frase yo pensaba más a medio, largo plazo. Para mí “liarla” no es salvar al equipo, honestamente. Salvar al equipo era lo que se esperaba de mí, lo que era más urgente. “Liarla” para mí sería estar muy cerca de una Copa del Rey, muy cerca de unos Playoffs, incluso entrar alguna vez. Sabemos que habrá muchos cambios en el equipo. Siempre es difícil, pero creo que estos últimos meses hemos puesto un poco las bases de lo que se puede hacer, sobre todo, con un perfil de jugador muy comprometido. Es importante que los jugadores sepan dónde van, a qué van y que se espera de ellos. Con ello, teniendo mejores o peores jugadores, se genera un grupo humano que nos permitirá ser estables. Espero que nos haga estar lejos del descenso y lo más cerca posible de esas metas que me han pedido y que yo proponía hacer cuando llegué.”
Termina la frase. “Només Aquí…”
“Sufrirás como en ningún otro lugar (ríe). Aquí hay que vivir el baloncesto de una forma diferente. Aquí hay una implicación de que todo el mundo debe ser consciente de ello. Aquí tenemos que estar orgullosos de ser pequeños, de ser un país entre dos grandes países, con una singularidad que nos hace ser diferentes y peculiares. Siempre he sido muy amante de ser consciente de las virtudes y de las limitaciones, a partir de allí tocamos el cielo sin querer ser mayores de lo que nos podemos permitir. Tenemos un presupuesto modesto, un pabellón bonito pero pequeño, y debemos sentirnos orgullosos. Se dan muchas cosas que hacen que la gente se sienta orgullosa de pertenecer a este grupo y de ayudar. Hay equipos que son muy poderosos y la presencia del público es casi simbólica, aquí no, aquí es fundamental.”
¿Cómo jugará tu MoraBanc Andorra?
“Hoy en día es arriesgado decirlo. Actualmente hay tres o cuatro jugadores que continuarán si no hay sorpresas. Aventurar qué perfiles tendrán el resto de los jugadores que estarán es difícil. Sin embargo, creo que la gente ha entendido cuál debe ser nuestro proceder. Estamos buscando jugadores que quizás no son tan especialistas como algunos que hemos tenido, pero gente que sea capaz de trabajar delante y detrás, de trabajar a ras de suelo, de levantar al público por una canasta o por una gran defensa. Queremos un baloncesto lo más veloz posible donde todo el mundo se sienta importante, donde nadie pueda depender de los biorritmos o de cómo se ha levantado un jugador, un baloncesto que sea atractivo. Competir siempre es fundamental. Garantizar esto a la gente que viene de las parroquias o de fuera. Que si nos ganan sea porque son, claramente, mucho mejores, no porque nosotros nos rendimos. Este debe ser nuestro ADN. La afición debe saber que perderemos, pero que lo haremos arañando. Y que ganaremos sufriendo, haciendo que raramente nos saquen de la pista y que nosotros no lo haremos prácticamente a nadie. Eso es lo que podemos garantizar.”
¿Qué proyecto podemos ofrecer a los jugadores?
“Tenemos que dar la sensación de que estamos haciendo un trabajo coherente. Eso el resto de los equipos ya lo hacen, pero este es otro tipo de trabajo. Aquí debemos intentar que el equipo sea el máximo competitivo posible mientras que el jugador mejore individualmente. Esto requiere muchos entrenamientos personales, muchos entrenamientos los días de fiesta, mucho trabajo cognitivo con el jugador para que sea consciente de que hay algo más allá del trabajo que hace en pista. El jugador tiene que venir aquí porque sabe que este país es zona de muchos deportes, pero que aquí el baloncesto tiene un peso importantísimo. Sobre todo, lo que le podemos aportar nosotros a los jugadores es darles un salto de calidad en sus carreras. Todo será sobre la base de su sacrificio y nuestra buena manera de hacer. Creo que eso es lo más atractivo más allá de un país que siempre será bonito de conocer.”
¿Cómo ves al club?
“Un club con una tradición importante que tiene mucho potencial y margen de mejora. Todo el mundo desde su área debe ser bastante humilde, sólo así podemos crecer. Estar constantemente mejorando, que es algo que les pedimos a los jugadores y que esto sea un buen espejo para la gente que venga aquí. Que estemos en constante evolución. Eso no es fácil, pero se puede posibilitar para que, de aquí a un tiempo, podamos hablar en otros términos de este club. Ahora mismo, a pesar de la tradición, es un club humilde, que ha tenido vivencias muy bonitas, pero puntuales, también disgustos y también puntuales, pero tenemos que conseguir que el club se mantenga de una manera más sólida. Por eso, más allá de querer fichar grandes anotadores, quizás debemos tener a las personas adecuadas para cada puesto y que estas personas quieran estar evolucionando y mejorando. Cuando esto pasa se contagia, y hace que la gente ya venga con otra disposición. Entonces creo que es atractivo para todos.”
¿Dónde ves al MoraBanc Andorra en 3 años?
“Querría que, el día que yo me fuera de aquí, la gente vea mi paso como algo positivo. Positivo es, naturalmente, no tener que sufrir para bajar o no bajar, pero creo que con ese punto de ambición que tengo y que percibo que pueden tener ciertas personas de mi alrededor pasaría porque el equipo continuara mejorando. Si somos capaces de ayudarnos y trabajar cooperativamente, no sólo en la pista, sino toda la gente que estamos alrededor, incluido el público, podremos optar a cosas mayores. Si eso pasa a mí no me extrañaría que a corto-medio plazo el equipo pueda ser una de las sorpresas de la ACB. A partir de allí, que de una forma ya regular sea más frecuente ver al MoraBanc más arriba, no luchando, como en alguna vez hemos estado esta temporada, en la decimosexta o decimoséptima plaza.”