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Sensaciones contradictorias esta noche en Madrid. Por un lado la tristeza por perder un partido de liga. 96-92 y después de haber forzado la prórroga (79-79). Por otro, queda el inmenso orgullo por la réplica que los tricolores han ofrecido hoy una superpotencia como el Real Madrid. Superando tramos de máxima dificultad y llevando hasta el límite un conjunto que sólo dos días antes había batido en la misma pista el campeón de Europa, el CSKA de Moscú. Maduro, solvente y con una gran personalidad el MoraBac Andorra que hoy ha perdido en Madrid ha ofrecido muchos motivos sus seguidores para estar orgullosos pero marcha de la capital de España sin premio. La recompensa está esperando sólo doblar la esquina ya que el próximo domingo visita la BMB Real Betis Energía Plus con la Copa en juego. Si los hombres de Peñarroya ganan son equipo de Copa del Rey, uno de los objetivos más ilusionantes de la temporada. Si no se consigue la victoria también hay posibilidades de clasificación pero ya dependen de average y otros resultados, como el de Retabet Bilbao que visita la pista del Baskonia. En la exhibición de baloncesto y amor propio del equipo hoy en Madrid han destacado varios nombres propios. Shermadini ha hecho un imperial 41 de valoración con 21 puntos y 15 rebotes pero aún así no pudo conducir al equipo a la victoria. Jelinek ha sido excelente con 22 puntos y Andrew Albciy ha cogido la responsabilidad en los momentos más complicados y ha acabado el encuentro con 14 puntos y 10 asistencias. David Walker también ha anotado 14 puntos.
El arranque ha ofrecido una idea de por dónde iría el encuentro. Los dos conjuntos querían cruzar las espadas y no tenían inconveniente en hacerse daño. Los primeros marcadores han sido siempre ajustado 6-8 levantaba el dedo del Andorra avanzando que no había venido a ser comparsa en una pista que hace más de un año que sólo ve victorias de su equipo en la liga. Pero las postrimerías del primer cuarto han sido blancas y cuando esto ocurre, apaga y tapado. Al final de los primeros 10 minutos, 26-21.
El segundo cuarto, el Madrid quizá ha pensado que tomando la delantera ya tenía mucho trabajo hecho y se ha equivocado. Y mucho. La reacción del MoraBanc Andorra ha sido impresionante. Duro como una roca en defensa y determinado en ataque ha dado la vuelta al marcador y la tendencia del juego hasta el punto que ha hecho un agujero considerable de 14 puntos, 30-44 que levantaba el rumor del público del Palacio. Al descanso 33-44. Una señora declaración de intenciones.
El tercer cuarto los de Pablo Laso ha salido rabiosos, y cuando esto ocurre, lo diremos otra vez, apaga y tapado. Enseguida, el 45-47 hacía pensar que se había acabado el brócoli. Pero justo en ese instante, y con mucha sangre fría, el MoraBanc Andorra ha sabido calmar la fiera. Y han vuelto las ventajas. 47-52. Con un juego variado y rico en recursos, los tricolores demostraban que no se asustarían fácilmente aunque el león brama muy fuerte. Al final del tercer cuarto 54-57. Vivos.
El último periodo ha estado en el que ha quedar claro que el Madrid pondría toda la leña a arder. O lo que es lo mismo, Llull ha decidido que la racha de imbatibilidad en casa tenía que seguir. Y últimamente cuando Llull decide eso, los partidos acaban por darle la razón. El escolta menorquín ha decidido el encuentro en otra actuación para enmarcar. Sin embargo la tozudez del MoraBanc, guiado por Albicy y Shermadini, ha llevado a los blancos al límite.
Partido precioso. La derrota más bonita hasta ahora desde que se ha vuelto a la ACB. Pero al final del día, una derrota más y una victoria menos en la cuenta particular de los de Peñarroya. Domingo a las 18h30 y contra el Betis, un grito unánime se debe sentir en la BMB, QUEREMOS LA COPA.
