El doctor Verdaguer el único que repetirá Copa

Sólo queda un superviviente en el club de aquella Copa del 1995. El doctor Jordi Verdaguer, una constante de la entidad desde hace más de 30 años. Ingresó al BCA 1985 cuando jugaba en la segunda división española y aquel médico de pelo largo, recién licenciado en Montpellier, vinculaba su nombre a una entidad que aún cuenta con sus servicios 3 décadas después.
Jordi Verdaguer ha vivido de todo en el club. Ascensos, descensos, estallidos de alegría y dramas profundos. Un buen ejemplo sería aquel fantástico proyecto ACB de los 90. En el año 95, el doctor Verdaguer lamentó en el banquillo como un triple de Alberto Herreros, que jugaba en Estudiantes, dejaba fuera de las semifinales el Festina Andorra. Ahora, 22 años después, el pasado domingo celebraba la clasificación del MoraBanc Andorra para la Copa del Rey de Vitoria.
Ha conocido y tratado cientos de jugadores. Profesionales y amateurs. Y siempre, desde el primer día, ha mostrado un gran compromiso con la institución. Sólo hay que ver cómo vive a día de hoy un partido en el banquillo.
Pasando revista a 30 años “es difícil eh?”, Verdaguer no tiene inconveniente en señalar Peñarroya como “el mejor entrenador que hemos tenido”, a José María ‘Matraco’ Margall “como uno de los jugadores que me marcó por su carisma”, Perico Práxedes “por su carácter ganador” y al fisioterapeuta de los años 90 Quico Pascual, que murió hace unos años, como “a un amigo del que sentí mucho su pérdida”.
Jordi Verdaguer admite divertido que los jugadores “me han llegado a pedir cosas muy extrañas, lo que más Ray Smith” y hace un anuncio / advertencia “si seguimos creciendo en el club el problema lo podemos tener dentro de poco si nos clasificamos para jugar competición europea, esto no es fácil de manejar por un club de nuestra dimensión “. Hacerlo elegir un momento concreto después de tanto tiempo es ponerlo en un compromiso, “el ascenso del 1992 a la ACB lo viví desde atrás para que en el banquillo había Quico Pascual y fue un momento extraordinario pero si tengo que elegir uno solo, aunque no fue con el club, recuerdo la medalla de oro para la selección andorrana a los juegos de los pequeños estados de Chipre 89 “. El doctor no se esconde que en muchas ocasiones, más allá de recetas o diagnósticos “lo que más me ha tocado hacer es escuchar a los jugadores y charlar con ellos”